Inspirarse lo vemos como una tarea simple, pero es algo más complicado que una bombilla encendiéndose por arte de magia. Es difícil dar con la tecla, no es sólo idear, sino también ejecutar. Hace falta mucho más que una idea, dinero y un garaje.
La mayoría de las grandes empresas situadas en ese famoso lugar que conocemos como Sillicon Valley, empezaron creando sus primeros prototipos en pequeños locales. Y, como no podía ser de otra forma, en Smartur Furniture también empezamos en uno.
Artur Vozhdaienko y Jokin Zubiaurre empezaron a crear su primer prototipo de mesita en un pequeño garaje en Kastrexana, Bizkaia con la ayuda de Mondragon Unibertsitatea. Sin embargo, como hemos mencionado previamente, todo camino tiene sus obstáculos.
En nuestro caso, el primer obstáculo fue el de conseguir los primeros prototipos fabricados por nosotros mismos. Y tras la odisea de encontrar los materiales, aprender las técnicas de fabricación artesana y lograr finalmente un prototipo factible, llegó la fase de industrializar.
A día de hoy seguimos afrontando los problemas que cualquier startup debe de superar en las fases iniciales, como la búsqueda de financiación, creación de la marca desde cero y muchos más percances a los que todavía nos queda enfrentarnos.
Sin embargo, si algo tenemos en Smartur es ganas de seguir adelante, porque creemos en lo que hacemos, y lo más importante, disfrutamos lo que hacemos.
Como bien dijo el notorio fundador de Apple, Steve Jobs:
"La única forma de hacer un gran trabajo, es amar lo que haces."
En Smartur ponemos el cuidado y trabajo a cada una de nuestras mesitas, con la ilusión de hacer un producto único, útil, sostenible y tecnológico.
Nosotros un día soñamos, ahora creamos.
Y tú, ¿Te animas a soñar en tu garaje?
#BeSmarturBeFuture